“Evitar especulación y acaparamiento” Minagricultura

Ante las constantes denuncias por un exagerado incremento en los precios de los alimentos en las principales centrales de abasto del país por cuenta de los efectos del Fenómeno de El Niño, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, anunció una serie de visitas a las plazas de mercado para evitar a todo costa la especulación y el acaparamiento que se pueda presentar.

De acuerdo con el jefe de la cartera agropecuaria, en las últimas horas sostuvo una reunión con el presidente de las centrales de abasto de Colombia, Mauricio Para, y converso telefónicamente con el Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, para estructurar un plan de seguimiento que ponga en cintura a quienes con la especulación están tocando el bolsillo de los consumidores.

Iragorri Valencia anoto que ya está viendo algunos alimentos que no han sido afectados por el fenómeno de El Niño y que han incrementado su precio. “Pongo un ejemplo, la papa en estos días no se cosecha en el país porque en los climas fríos, sabana Cundiboyacense y Nariño, en enero siempre caen heladas, ahora pues están cayendo mayor y con menor temperatura, así que el que sembró papa como dice sus cultivadores, atravesada, por no ser temporada, eso está generándole un problema a quienes se arriesgaron a sembrar en esas condiciones, pero no necesariamente afecta el precio de la papa al consumidor”.  De acuerdo con las cifras expuestas por el ministro, el precio de la papa está 20 % menos en comparación con enero de 2015.

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“La idea es realizar visitas de apoyo de los mismos comerciantes para evitar dos temas que son muy graves, especulación y acaparamiento.  Son productos que muchas veces se quedan en bodegas para simular una oferta que es ilimitada y pasa a ser de escasez y eso genera incremento en los precios”, concluyo el ministro de Agricultura, quien confirmó además que la devaluación del peso colombiano también ha afectado los costos de la canasta familiar, “El problema de Colombia es un problema estructural, estamos dependiendo de la importación de 10 millones de toneladas de comida al año y la devaluación genera un incremento en los costos de los productos”.