Los Jiw, una pequeña comunidad indígena que ha sido víctima del desplazamiento por cuenta de la acción de grupos armados ilegales, y afectada por otras circunstancias como el confinamiento y la disgregación de grupos familiares que ponen en riesgo la pervivencia física y cultural de este pueblo, ya recorren el camino para la restitución de sus derechos. La Dirección de Asuntos Étnicos, DAE, de la Unidad de Restitución de Tierras, representantes de la FAO, el defensor comunitario del departamento del Guaviare, funcionarios de la Unidad para las Víctimas y autoridades indígenas llevaron a cabo una asamblea que da inicio este proceso.
Uno de los resguardo Jiw, “La María”, tiene una extensión de 478 hectáreas las cuales, según las autoridades indígenas, son insuficientes para garantizar la seguridad alimentaria de 100 personas organizadas en 13 familias. Este trabajo también incluye al resguardo Luna Roja, que tiene aproximadamente 120 personas, debido a los vínculos familiares e históricos de estas comunidades.
Junto con la comunidad se definieron los territorios a visitar y se evaluaron las herramientas metodológicas, respaldando el inicio de la fase administrativa y la continuación del proceso que busca la restitución de sus derechos territoriales.
Esto ha sido fruto del trabajo realizado desde la subgerencia de Promoción y Asuntos Étnicos del Incoder, que inició la socialización de este proceso con las comunidades indígenas y junto con sus autoridades, se señaló el camino con el que se definió el territorio que se recorrerá para recolectar la información que demuestre las afectaciones territoriales, producto del conflicto armado.
Antecedentes de la comunidad indígena Jiw
Aunque ellos se autodenominan los Jiw, esta comunidad indígena se conoce como Guayabero y posee su mayor población en el departamento del Guaviare, con presencia también en Meta y Putumayo. El último censo realizado por el DANE en el 2005 indicaba que 617 personas pertenecientes a esta comunidad estaban ubicadas a lo largo del río Guaviare, repartidos en siete resguardos indígenas que son: Barrancón, Barranco Ceiba, Barranco Colorado, Barranco Salado, La Sal, La Fuga y Macuare. Resguardos que se han ido incrementando como ha sucedió con el de La María y Luna Roja.
Los guayabero eran nómadas, pero después de la colonización se vieron en la necesidad de sedentarizarse, se ubican en zonas planas y altas para evitar la inundaciones. Esta población se halla repartida en varias comunidades que a su vez se dividen en clanes autónomos.
Su economía se basa en la agricultura, la pesca y la elaboración de artesanías. Por lo general los hombres preparan el terreno para la siembra y las mujeres se encargan de la siembra y la cosecha, principalmente se cultiva yuca amarga y brava, maíz, ñame, aguacate, cacao, papaya, piña, plátano, caña de azúcar, arroz, mango, algodón, calabaza, entre otros. Otra de las labores del hombre es la de cazar y pescar, estas labores se hacen de la forma tradicional con arco y flecha o lanzas, también recolectan semillas y frutos silvestres. Los hombres también ayudan a tejer instrumentos para procesar la yuca y canastos para almacenar la masa. Las mujeres hilan fibras de tronco de palma y con ellas fabrican hamacas, mochilas, brazaletes, canastas de carga, etc.
De igual forma que otros indígenas los guayaberos se ha visto en la necesidad de trabajar por un salario, esto por el desplazamiento forzoso y la reducción de su territorio.
Ubicación geográfica de los Jiw o Guayabero
(Datos suministrados por www.lenguasdecolombia.gov.co)