Vivienda rural con paso firme

Las familias campesinas siguen cumpliendo el sueño de contar con una casa digna. El programa de Vivienda Rural, que puso en marcha el Ministerio de Agricultura a través del Banco Agrario, tiene como meta llegar a las 100.000 soluciones habitacionales para el campo al término de este 2016.

Es así que la labor emprendida por la entidad no se ha visto afectada por los cambios en los gobiernos departamentales y municipales, que afecta algunos procesos administrativos, y al contrario, se ha conseguido que en enero 1.147 familias tengan un techo digno para vivir.

Con una inversión en subsidios de $16.500 millones, se logró esta nueva entrega, que para este año tiene prevista cumplir con la meta de 22.314 casas.

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Los cinco departamentos con mayor número de viviendas entregadas durante enero, fueron en su orden: Boyacá (404); Cauca (190); Santander (138); Antioquia (116) y Cundinamarca (114); las casas restantes, corresponden a otros 10 departamentos. Dentro de este dinamismo regional, se destaca el avance en el municipio de Timbío (Cauca), donde 59 familias ya pueden decir “tengo una casa digna”.

Desde el año 2010, el Gobierno Nacional ha entregado 69.374 soluciones habitacionales, que mejoraron la calidad de vida a igual número de hogares rurales, con una inversión de $651.111 millones en subsidios. En ese sentido, el objetivo es seguir redoblando los refuerzos, para que cada vez sean más las familias de zonas rurales, las que gocen de una vivienda propia y digna.

Historia de una vivienda digna

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Adiós al temor a la lluvia

La llegada de la lluvia era sinónimo de preocupación para Yovanis y su familia, debido a que su casa de madera se inundaba, debían apresurarse a resguardar sus enseres y desafortunadamente, con el paso de los días y debido a la humedad, los tablones de las paredes se pudrían y caían.

“Cada vez que llovía, era un tormento, pues las tablas se dañaban y los niños se nos enfermaban, porque el suelo era de tierra y llegaban las infecciones”, cuenta Yovanis Gómez Berrío, quien vive en el municipio de San Onofre (Sucre), junto con su esposo y sus tres hijos.

Gracias al subsidio de Vivienda de Interés Social Rural otorgado por el MinAgricultura, a través del Banco Agrario, este hogar ya no tiene que volver a pasar por dicho “tormento”, considerando que resultó beneficiado por medio de una convocatoria para población desplazada del año 2012, con la cual a finales del año pasado, recibieron su nueva casa.

Ellos fueron testigos de cómo al lado de su rancho de madera, iba naciendo una nueva vivienda, la cual es más segura y cuenta con acceso a servicios públicos básicos. “Cuando nos la entregaron formalmente le di muchas gracias a Dios, porque permitió que el Gobierno nos regalara esta casa, en donde mis hijos tienen su cuarto, tenemos cocina, el baño está adentro y ya no tenemos que salir hasta el patio para bañarnos”, recuerda Yovanis.

Ahora, esta familia se siente resguardada, construye nuevos planes para el futuro y dejó atrás el temor a la lluvia, para alegrarse por cada gota que cae del cielo, ya que estas permiten el crecimiento de su jardín de girasoles.