Programa de Vivienda Rural respeta idiosincrasia de grupos étnicos colombianos

Las comunidades indígenas y afrodescendiente conservan prácticas culturales, que en muchas ocasiones difieren de las tradiciones campesinas y citadinas de Colombia; por esta razón, es importante reconocer sus diferencias, para brindarles soluciones habitacionales ajustadas a sus costumbres.

En este sentido, el programa de Vivienda de Interés Social Rural viene desarrollando siete proyectos, en donde los materiales de construcción y la distribución de los espacios, varían según los usos y costumbres de los grupos étnicos. Para el desarrollo de dichas obras, el Ministerio de Agricultura, a través del Banco Agrario, ha destinado $5.147 millones en subsidios, que benefician a 627 familias indígenas, afrodescendiente y raizales, ubicadas en los departamentos de: Cauca, Nariño, Chocó, Antioquia, San Andrés y Providencia, Vichada y Vaupés.

Por ejemplo a las comunidades afrodescendientes beneficiadas con estos proyectos, se les mantuvo la madera en la estructura de sus casas, considerando que ancestralmente usaban ese material; las casas se construyen en modelos palafíticos debido a que se ubican en regiones ribereñas o costeras; y ante las dificultades en el acceso a los servicios públicos en estas zonas, se manejan sistemas alternativos de recolección de aguas lluvias, que les permiten abastecerse y mantener adecuadas condiciones de sanidad.

Entre las comunidades indígenas beneficiadas, entre las que se cuentan las etnias Embera Katio, EmberaChamí y Zenú, los modelos de las viviendas varían de acuerdo con su visón del hábitat, velando siempre porque el baño y la cocina se ubiquen en la parte externa de la casa, lejos de las áreas sociales y dormitorios.

Con estos esfuerzos, el Gobierno busca resolver una de las necesidades más sentidas de las comunidades étnicas, como lo es la vivienda rural, permitiéndoles vivir dignamente y conservando su idiosincrasia.